Ciudad de México, 14 de mayo (SinEmbargo).- Un nuevo estudio científico comprobó que el consumo de bebidas azucaradas está íntimamente relacionado con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, principal causa de muerte en México y en el resto del mundo, sin necesidad de que se presente antes sobrepeso u obesidad.
La organización civil El Poder del Consumidor presentó los resultados de la investigación encabezada por la Dra. Kimber L. Stanhope, del Departamento de Biociencias moleculares de la Universidad de California en Davis, quien demostró que en tan solo dos semanas, las personas que consumen por lo menos una de estas bebidas con azúcar añadido diariamente aumentaron su riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular, además de diabetes y sobrepeso, aunque las probabilidades de sufrir las primeras fueron independientes del peso de los voluntarios.
Para llegar a estas conclusiones la biocientífica molecular dividió a los 85 participantes de 18 a 40 años en cuatros grupos, los cuales consumirían diferente tipo y cantidad de bebidas a los largo de 15 días. Al comenzar el estudio, les revisaron los niveles de lipoproteínas, triglicéridos y ácido úrico.
El primer grupo ingirió únicamente bebidas endulzadas con aspartame, es decir, sin azúcar; los otros tres se repartieron el consumo de bebidas endulzadas con jarabe de maíz de alta fructuosa en el 10, 17.5 y 25 por ciento de la ingesta diaria de calorías, es decir, lo equivalente a un refresco de 500 mililitros (ml), los 500 ml más una lata de 355 ml y dos botellas de 600 ml, respectivamente.
Al terminar, notaron que los factores de riesgo aumentaron en todos los participantes, pero fueron más evidentes entre mayor dosis era consumida.
Otro de los datos es que la alza en las lipoproteínas era más visible en los hombres que en las mujeres, y eran independientes del aumento de peso.
En sus conclusiones, la Dra. Stanhope escribió: “lo que estos resultados demuestran es que somos muy sensibles para responder a un aumento en el consumo de azúcar añadido en las bebidas. Es impactante cuando ves los cambios que se han tenido después de dos semanas de consumir estas bebidas y piensas en niños que lo consumen en el desayuno, la comida y la cena durante toda una vida. Seguramente ningún padre con este conocimiento, introduciría este riesgo en la vida de sus hijos”.
Fiorella Espinosa, coordinadora de Investigación en Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor (EPC) explicó anteriormente en entrevista con SinEmbargo que a la par del azúcar de caña, actualmente la industria está utilizando jarabe de maíz o de alta fructuosa para endulzar los productos, pues es más dulce y más barato de producir. Se puede encontrar en las bebidas gaseosas y tras varios estudios han visto que está presente también en alimentos que van dirigidos a niños, “lo cual es preocupante, porque los efectos a la salud que tiene este ingrediente, son varios, lo primero: se absorbe tan rápido en el cuerpo genera altas concentraciones de triglicéridos».
MÉXICO, EL CLARO EJEMPLO
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en sus cifras más actualizadas, en 2013 se contabilizaron 145 mil 237 muertes en México por enfermedades cardiovasculares, más de 113 mil de ellas por afecciones al corazón.
Al respecto, Espinosa, dijo en conferencia de prensa que “ahora que conocemos los estudios de la Dra. Stanhope, no nos sorprende que el alto consumo de bebidas azucaradas en México sea una de las causas de morbilidad y mortalidad por enfermedades cardiovasculares”.
En tanto, Alejandro Calvillo Unna, director de la organización, afirmó que no es la primera vez que voces de expertos alertan sobre la relación entre muertes y consumo de refrescos, pues recordó que el Dr. Dariush Mozaffarian, científico en la Universidad de Tufts, demostró que a nivel mundial se registraron 184 mil muertes prevenibles en 2010, debido al consumo de bebidas azucaradas y México se encuentra a la cabeza con el mayor número de prevalencia de decesos atribuibles al consumo de bebidas azucaradas (24 mil 100 al año).
Ante esta situación, y por la evidencia científica que respalda la relación entre bebidas azucaradas y enfermedades cardiovasculares, la organización no gubernamental señaló la urgencia de incrementar el impuesto a bebidas azucaradas a un 20 por ciento, ya que de acuerdo con los estudios hechos en México por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un impuesto de 10 por ciento no logra un verdadero impacto en la reducción de la ingesta.
“Una decisión de este tipo va a disminuir no sólo los casos de obesidad y diabetes, sino además los casos de enfermedades cardiovasculares en la población”, dijo Calvillo Unna.
Proponen también que el impuesto esté acompañado con una medida para controlar el precio del agua embotellada para que esté significativamente por debajo del costo de las bebidas azucaradas. «El Ejecutivo Federal tiene la facultad de proponer precios máximos a ciertos productos por considerarlos necesarios para el consumo popular, a la par debe desarrollarse un programa de bebederos y dispensarios de agua en todas las escuelas y espacios públicos del país», informó la ONG en un comunicado.
Finalmente, reiteraron su exigencia para tener un etiquetado de alimentos y bebidas adecuado y alineado con las recomendaciones internacionales, para que bebidas altas en azúcar añadida que pueden causar daño a la salud por el aumento en el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares, adviertan de sus contenidos en sus empaques de manera clara y sencilla.
